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| M.A. Juan Manuel Rosario |
Santo Domingo, R.D.- El maestro Juan Manuel Rosario asegura que la Republica Dominicana está sumergida en un proceso signado por un deterioro progresivo de la vida social e institucional, que de no ponérsele atención podría dar al traste con la existencia del Estado dominicano. “La vida institucional de la Republica Dominicana cada vez mas evidencia un progresivo deterioro que ha traído como consecuencia que los hombres y mujeres vayan perdiendo la fe y la esperanza en el presente y futuro de la nación”, dijo.
Afirmó Juan Manuel Rosario, quien es especialista en Políticas Económicas, Negocios y Relaciones Económicas Internacionales, así como de las Ciencias Políticas y la Diplomacia, que cada día esa situación es más evidente, y esto podría traer consecuencias nefastas para toda la sociedad.
Según el referido especialista, la vida educativa dominicana como reflejo del todo es una de las evidencias más palpables de la deplorable realidad social e institucional que sacude a la sociedad dominicana.
“Por ejemplo, cuando observamos la dinámica educativa dominicana es indiscutible que, de acuerdo a los informes de los organismos internacionales y nacionales, el país tiene niveles educativos que son dignos de serias preocupaciones; se observa un fenómeno de carácter sociológico en el comportamiento de los jóvenes y adultos que asisten a las universidades caracterizado por el deseo de tener un diploma, más que por el conocimiento como objetivo en sí. Y eso es debido al espejismo que se ha generado en la sociedad, de que lo importante es la formalidad, la insustancialidad, lo que he llamado el espejismo educativo; hay una gran preocupación por la carta de presentación, que es el diploma, que por la cualificación educativo-investigativa”, y eso esta explicado desde su punto de vista, porque en cierta medida la gente no ve importancia del conocimiento para una sociedad que marcha sin interesarle , en términos reales, el desarrollo que hoy demandan las circunstancias nacionales e internacionales de este mundo globalizado, dijo.
Aseveró Rosario que la debilidad institucional está reflejada en mayores niveles de corrupción en el funcionamiento del Estado, en las debilidades en la aplicación de las leyes, en la falta de aplicación de programas de desarrollo económicos, sociales y políticos, conforme a las necesidades del pueblo dominicano, y eso ha ido sembrando el pesimismo y la duda en la sociedad. “La corrupción gubernamental, la falta de honestidad de la clase política, la arrabalización de la actividad política, el clientelismo y el vedetismo político ha hecho añicos la confianza de los dominicanos, y a diario se escuchan voces que expresan el deseo inmenso de querer irse de la Republica Dominicana.
La presencia de políticos que se empeñan a diario en convertir la mentira en verdad, a través de publicidad, ha ido lacerando poco a poco la confianza de la sociedad dominicana, expresó.
“Los niveles de competitividad de una nación son medidos a través de su desarrollo institucional, tecnológico, de salud, de educacion, de la existencia de un sistema nacional de competitividad fuerte, donde se vinculen las instituciones educativas y productivas, y en todos esos elementos el país ha fallado” indicó .
Estableció Rosario “los políticos saquean al Estado y buscan impunidad enganchándose a legisladores o por cualquier otro subterfugio; los partidos políticos justifican las barbaridades de sus dirigentes y militantes, y condenan las de sus adversarios: lo mío está bien y lo del otro está mal, y el país en el medio languideciendo y sin perspectivas halagüeñas; mientras políticos, incluyendo presidentes de la Republica, se pasan el tiempo haciendo creer que todo está bien y que lo que anda mal es la percepción de la gente, y como es natural eso ha ido quebrando el optimismo y la voluntad de seguir echando para adelante; esta generación de políticos que ha gobernado la República Dominicana en las últimas décadas parece ser que no tiene la menor idea del profundo daño que le están haciendo a la República Dominicana; y de seguir así, llegará el momento en que las personas pensarán que no vale la pena nada.
Aseguró Juan Manuel Rosario, que en la República Dominicana la actividad política se ve como una simple empresa de resolverle problemas individuales a dirigentes de partidos, incluso hay políticos que nunca han leído siquiera un párrafo de un periódico de los que se distribuyen gratuitamente en la República Dominicana, y sin embargo aspiran o a ser diputados, senadores o Ministros de la República, no les interesa la lectura, les interesa el negocio de la política. Y a esos políticos que la lectura le da urticaria, cuando necesitan un conocimiento, entonces contratan un técnico o un intelectual que hagan el trabajo que deben hacer ellos, pero que están incapacitados para ello. ¿Puede un país sentirse optimista dirigido por corruptos, indiferentes a la lectura, sin planes reales de desarrollo (no planes puestos en un papel por un técnico para ser usado como oropel en conferencias de prensa)…?
Afirmó Juan Manuel Rosario, quien es especialista en Políticas Económicas, Negocios y Relaciones Económicas Internacionales, así como de las Ciencias Políticas y la Diplomacia, que cada día esa situación es más evidente, y esto podría traer consecuencias nefastas para toda la sociedad.
Según el referido especialista, la vida educativa dominicana como reflejo del todo es una de las evidencias más palpables de la deplorable realidad social e institucional que sacude a la sociedad dominicana.
“Por ejemplo, cuando observamos la dinámica educativa dominicana es indiscutible que, de acuerdo a los informes de los organismos internacionales y nacionales, el país tiene niveles educativos que son dignos de serias preocupaciones; se observa un fenómeno de carácter sociológico en el comportamiento de los jóvenes y adultos que asisten a las universidades caracterizado por el deseo de tener un diploma, más que por el conocimiento como objetivo en sí. Y eso es debido al espejismo que se ha generado en la sociedad, de que lo importante es la formalidad, la insustancialidad, lo que he llamado el espejismo educativo; hay una gran preocupación por la carta de presentación, que es el diploma, que por la cualificación educativo-investigativa”, y eso esta explicado desde su punto de vista, porque en cierta medida la gente no ve importancia del conocimiento para una sociedad que marcha sin interesarle , en términos reales, el desarrollo que hoy demandan las circunstancias nacionales e internacionales de este mundo globalizado, dijo.
Aseveró Rosario que la debilidad institucional está reflejada en mayores niveles de corrupción en el funcionamiento del Estado, en las debilidades en la aplicación de las leyes, en la falta de aplicación de programas de desarrollo económicos, sociales y políticos, conforme a las necesidades del pueblo dominicano, y eso ha ido sembrando el pesimismo y la duda en la sociedad. “La corrupción gubernamental, la falta de honestidad de la clase política, la arrabalización de la actividad política, el clientelismo y el vedetismo político ha hecho añicos la confianza de los dominicanos, y a diario se escuchan voces que expresan el deseo inmenso de querer irse de la Republica Dominicana.
La presencia de políticos que se empeñan a diario en convertir la mentira en verdad, a través de publicidad, ha ido lacerando poco a poco la confianza de la sociedad dominicana, expresó.
“Los niveles de competitividad de una nación son medidos a través de su desarrollo institucional, tecnológico, de salud, de educacion, de la existencia de un sistema nacional de competitividad fuerte, donde se vinculen las instituciones educativas y productivas, y en todos esos elementos el país ha fallado” indicó .
Estableció Rosario “los políticos saquean al Estado y buscan impunidad enganchándose a legisladores o por cualquier otro subterfugio; los partidos políticos justifican las barbaridades de sus dirigentes y militantes, y condenan las de sus adversarios: lo mío está bien y lo del otro está mal, y el país en el medio languideciendo y sin perspectivas halagüeñas; mientras políticos, incluyendo presidentes de la Republica, se pasan el tiempo haciendo creer que todo está bien y que lo que anda mal es la percepción de la gente, y como es natural eso ha ido quebrando el optimismo y la voluntad de seguir echando para adelante; esta generación de políticos que ha gobernado la República Dominicana en las últimas décadas parece ser que no tiene la menor idea del profundo daño que le están haciendo a la República Dominicana; y de seguir así, llegará el momento en que las personas pensarán que no vale la pena nada.
Aseguró Juan Manuel Rosario, que en la República Dominicana la actividad política se ve como una simple empresa de resolverle problemas individuales a dirigentes de partidos, incluso hay políticos que nunca han leído siquiera un párrafo de un periódico de los que se distribuyen gratuitamente en la República Dominicana, y sin embargo aspiran o a ser diputados, senadores o Ministros de la República, no les interesa la lectura, les interesa el negocio de la política. Y a esos políticos que la lectura le da urticaria, cuando necesitan un conocimiento, entonces contratan un técnico o un intelectual que hagan el trabajo que deben hacer ellos, pero que están incapacitados para ello. ¿Puede un país sentirse optimista dirigido por corruptos, indiferentes a la lectura, sin planes reales de desarrollo (no planes puestos en un papel por un técnico para ser usado como oropel en conferencias de prensa)…?
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