Juan Manuel Rosario: "La sociedad dominicana está sin instrucción ni educación"



Juan Manuel Rosario, M.A.


Por: Juan Manuel Rosario, M.A.

Hay quienes entienden que es lo mismo tener instrucción que tener educación; sin embargo, el nivel de instrucción de una persona se adquiere en un centro académico, mientras que el nivel educativo incluye la formación en una institución académica, pero además todos los componentes que el individuo asimila a través del entorno que lo rodea; ese ambiente que rodea al individuo genera una psicología social que interactúa en el hombre y la mujer retroalimentándose. Es por esa razón que hay quienes tienen un grado de instrucción importante; no obstante, por estar sumergidos en un ambiente de psicología social que conspira contra la buena interacción social, poseen un grado de educacion pésimo.

La educacion es: la reacción de las personas frente a la vida institucional de una sociedad, en la vida familiar. Cuando las instituciones andan mal se incumple la ley, se irrespeta la institucionalidad, se pisotea la Constitución, se usan mal los recursos del Estado. Es evidente que esa situación repercute, reproduciéndose en toda la sociedad; es por ello que cuando no se respeta la ley, desde el ámbito institucional, fácilmente usted encuentra que se generaliza el irrespeto dentro de toda la sociedad a un grado tal que ni siquiera los semáforos son tomados en cuenta, no hay respeto a la ley de tránsito, no se respeta la vida humana, o sea, se genera una psicología social de incumplimiento de las reglas que sirven de soporte a la convivencia social.

Por ese motivo es que progresivamente en la República Dominicana se puede encontrar en las calles choferes de carro público que cruzan un semáforo en rojo como si nada, policías que no les interesa poner el orden, familias que estimulan a sus hijos al camino fácil de la vida sin hacer esfuerzo para obtener el bienestar material y espiritual que tanto trabajo le ha costado a otras generaciones.

Es por ello que cuando hablamos de educación no se puede ver de manera aislada solamente equiparándola con el nivel de instrucción; la educacion es un concepto más amplio; puede haber un pueblo muy instruido y muy mal educado, dependiendo del grado de institucionalidad y de la reciedumbre del entorno familiar.

Cuántas barbaridades se han cometido en la República Dominicana detrás del espejismo de la instrucción, y destruyendo la educacion en el sentido amplio.

Si a eso le agregamos que además de que el nivel de educación anda muy mal, el de instrucción es peor, por lo que fácilmente podríamos concluir que la República Dominicana debe hacer un alto y reflexionar sobre tal situación.

No es raro ver en un aeropuerto dominicano a dominicanos un poco desordenados en cuanto a todo lo que tiene que ver con las filas; sin embargo una o dos horas después arriban a un aeropuerto extranjero y allá son diferentes, porque saben que están entrando a una sociedad con un grado de institucionalidad diferente.

Tenemos políticos modernos en el discurso, y arcaicos en la práctica. Cuánto daño le han hecho esos señores a este país!

La sensación que se ha ido apoderando de toda la sociedad dominicana es de que aquí no hay institucionalidad ni autoridad, y por eso ha crecido la ola de robos, violación a las ley de tránsito, irrespeto a las leyes, criminalidad… Pero lo más preocupante de todo es la insustancialidad de los discursos de los políticos. Pero si grande es la insustancialidad de esos discursos, mucho más grande que el monte Everest es la insustancialidad de la voluntad política para querer cambiar las cosas.